Don Julián es un viejo maestro de la lírica que en su día fue profesor de canto de la famosa, Susan King. En realidad, Susan, es la soprano Susana Rey que obtuvo sus mayores éxitos mundiales mezclando algunos temas de zarzuela con estilos tan dispares como el pop, el rock, el hip hop o el reggeaton.
Actualmente, Don Julián, solo y enfermo, se halla en una moderna y automatizada residencia para ancianos. Susana, que sigue conservando un especial apego a su maestro, viaja desde EEUU para visitarlo a pesar de que él no quiere verla pues considera que ella prostituyó sus enseñanzas, aplicándolas a una música siniestra. Durante los años en que Susana fue la alumna más brillante de Don Julián, la diferencia de edad, no impidió que este se sintiera profundamente atraído por la joven discípula. En ella también pervive la insondable dependencia sobre el intenso predominio que ejerció el maestro en su vida.
Durante la visita, surgirán de nuevo los vínculos sadomasoquistas que les unen. Susana aparecerá en la habitación de la residencia ataviada como en sus conciertos modernos y cantando los temas zarzuela-pop-rock. Sin embargo, ante la cólera del maestro irá cambiando de ropa y actitud para convertirse en la joven y sumisa discípula de Don Julián. A partir de aquí, asistimos a la dura exigencia de sus enseñanzas pero también a la pasión reprimida del maestro, expresada en algunos temas de zarzuela.
El encuentro de los dos, expone un choque generacional entre una cultura sentimental e inocente en proceso de extinción y el desenfreno del mundo actual personificado por actitudes estridentes y sentimientos virtuales.
